SURA 10, YUNUS
SURA 10, YUNUS
SURA 10, YUNUS
El capítulo 10 del Corán, titulado Jonás, fue revelado en La Meca. Toma su título de la referencia al Profeta Jonás en la aleya 98 y se concentra principalmente en la Unidad y Unicidad de Dios. Esta sura subraya el poder de Dios y Su ira hacia quienes niegan de forma reiterada la verdad de Sus revelaciones y señales. El Profeta Muhammad es animado a ser paciente y a ser consciente de que él no puede obligar a la gente a creer.
Aleyas 1 a 10: Libro de sabiduría
Estos son los versículos de un libro sabio, dice Dios. Es un libro lleno de sabiduría que sostiene la decisión sobre todos los asuntos. Entonces, ¿por qué la gente llama hechicero al elegido entre ellos para advertirles? Dios es quien creó todo lo que hay en los cielos y en la Tierra en seis períodos de tiempo ("día" es la palabra utilizada aquí, pero no se refiere a un período de 24 horas como lo conocemos). Luego, Él se estableció en el Trono, supervisando y dejando de lado todo lo que está debajo Suyo. Adórenlo, los creyentes serán recompensados; pero aquellos que se nieguen probarán el castigo. Sus señales están por todas partes en el universo y no carecen de propósito. Aquellos que creen entienden. Algunos no prestan atención a las señales, pero su hogar eterno será el fuego. Sin embargo, quienes se salven por la fe alabarán a Dios.
Aleyas 11 a 20: ¿Quién es el más malvado?
Si Dios fuera a apresurar el castigo para aquellos que lo merecen, entonces su vida terrenal estaría terminada, pero ese no es Su método. Cuando una persona está necesitada, invoca a Dios; pero cuando Dios le quita la aflicción, regresa a su desobediencia como si jamás hubiera llamado a Dios. Generaciones enteras han sido destruidas debido al mal que hicieron. Los mensajeros llegaron, pero fueron ignorados y maltratados. Dios observa a las generaciones sucesivas.
Cuando el Corán es recitado a quienes no tienen esperanza de encontrarse con Dios, le piden al Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) que les dé un Corán diferente o que lo cambie. El Profeta solo entrega lo que le ha sido revelado, y él también teme al día del juicio. Dios pregunta: ¿Quién es más perverso que quien inventa mentiras contra Dios o niega Sus señales? Los malhechores jamás prosperarán. Ellos adoran otras cosas distintas a Dios, que no pueden beneficiarlos ni perjudicarlos. Dios está muy por encima de aquellos que Le asocian. La humanidad fue una vez una nación, pero disentían. Solo Dios conoce lo oculto, así que esperen a que sea revelado.
Aleyas 21 a 30: Dios te invita al Paraíso
La gente invoca a Dios cuando está sufriendo, pero planea y se confabula contra Él cuando regresa a la comodidad. Cuando sean regresados a Dios, Él les dirá el resultado de sus ardides. La gente cree que tienen algún poder sobre la vida de este mundo, pero es el decreto de Dios el que prevalece. Las señales son para quienes deciden reflexionar. Dios invita a todos a la Casa de la Paz (el Paraíso) y guía a quien Él quiere al camino recto. Aquellos que hacen el bien tendrán una buena recompensa, serán compañeros en el Paraíso. Y aquellos que hacen el mal encontrarán un mal resultado en el fuego. En el Día del Juicio, aquellos que adoraron a otros distintos a Dios encontrarán que sus falsas deidades negarán tener conocimiento de su adoración y su comportamiento. Algunos ni siquiera eran conscientes de que estaban siendo adorados, y quienes consintieron en que los adoraran, mentirán y lo negarán.
Aleyas 31 a 40: ¿Quién creerá?
Dios se dirige a los incrédulos preguntándoles: ¿Quién provee para ustedes, Quién les permite ver y escuchar, Quién saca lo vivo de lo muerto y saca lo muerto de lo vivo, y Quién arregla todo asunto? Ellos responden que Dios, pero ¿entonces por qué no tienen cuidado? Dios es el Dador de Vida, Aquel que puede terminar la creación y traerlo todo de nuevo. ¿Alguno de los asociados hacia los que ustedes se dirigen puede hacer eso? No, no pueden. ¿Qué le pasa a la gente? Aquel que guía hacia la verdad es más digno de ser seguido que quien no.
Dios es Omnisciente y no es posible que este Corán haya sido producido por nadie distinto a Dios. Es una confirmación de lo que le precedió. Si la gente dice que el Profeta Muhammad inventó el Corán, pídeles que traigan un capítulo similar a él. Ellos no son capaces de hacerlo ni pidiendo ayuda. No pueden comprender la verdad porque no han visto cumplidas sus profecías. El Corán muestra el fin que les espera a los incrédulos. Algunos creerán y otros no. Dios sabe quién causa corrupción.
Aleyas 41 a 56: Perdedores en el Más Allá
Dios le dice al Profeta Muhammad qué decir si lo desmienten: "Para mí son mis obras, para ti son tus obras. Estás desvinculado de lo que hago y yo estoy desvinculado de lo que haces." Hay algunos que escuchan, pero Muhammad no puede causar que el sordo escuche; hay algunos que observan, pero él no puede hacer que el ciego vea. Dios no perjudica a la gente, ellos se perjudican a sí mismos.
En el Día del Juicio la gente sentirá como si hubiera estado en este mundo por una hora o menos, y se reconocerán unos a otros. Quienes negaron esta reunión serán los perdedores. Todos regresarán a Dios, y esto ocurrirá sea que el Profeta Muhammad vea caer el castigo o no. Para cada nación hay un Mensajero. Cuando el Mensajero venga, serán juzgados y no habrá injusticia. Hay un momento designado para cada comunidad, y cuando se alcanza no se puede retrasar ni acelerar.
En el Día del Juicio no hay salida para los incrédulos. Ellos lo han negado por mucho tiempo, ¿lo creerán cuando los alcance? Se les dirá que prueben el castigo, la promesa de Dios es verdadera. Él da la vida y causa la muerte. A Él seremos devueltos todos.
Se llama la atención sobre la ignorancia y el desvío, y sus consecuencias. Se advierte a la gente que no se comporte como la gente del pasado, cuyas civilizaciones fueron destruidas.
Aleyas 57 a 60: La guía ha llegado
La instrucción de Dios ha sido dada a la humanidad, es una misericordia, una cura y una guía. Díles, Profeta Muhammad, que esas cosas son una bendición y son mejores para la humanidad que todas las riquezas de este mundo que traten de acumular. Pídeles que piensen acerca de las provisiones que han sido dadas por Dios. Él ha hecho lícitas algunas e ilícitas otras, ¿por qué entonces la gentre cambia las normas y tratan de hacer permisible lo ilícito? ¿Acaso Dios les dio permiso de hacer esto o están inventando mentiras sobre Dios? ¿Cómo será manejado esto en el Día del Juicio? Piénsenlo. Dios, de hecho, está lleno de gracia hacia la humanidad, pero la mayoría de la gente es ingrata.
Aleyas 61 a 67: Dios es testigo de todo
Todo lo que es importante para la gente está relacionado, desde leer el Corán hasta lo mundano, Dios es testigo de todo ello; y todo, tanto lo grande como lo minúsculo, está registrado en un libro. Ni siquiera una partícula, ni el peso del polvo, escapa al conocimiento de Dios, y todo se mantiene en un registro claro. Para aquellos que creen en Dios y Le temen no habrá miedo, ellos recibirán buenas nuevas tanto en este mundo como en el Más Allá. Dios le dice al Profeta Muhammad que no permita que las palabras de los incrédulos lo entristezcan. Dios es Omnipotente, Omnioyente y Omnisciente. Todo en los cielos y en la Tierra Le pertenece solo a Él. Aquellos que invocan a otros en lugar de Dios están siguiendo solo suposiciones y mentiras. Dios hace el día y la noche, y esto es una señal para quienes escuchan el mensaje.
Aleyas 68 a 70: La consecuencia de mentir acerca de Dios
Algunas personas dicen que Dios tiene un hijo. Él está libre de toda necesidad, es el Amo de los cielos y de la Tierra. Ellos no tienen autoridad de afirmar tal cosa, ¿por qué inventan mentiras sobre Dios? Aquellos que mienten acerca de Dios no tendrán éxito (real), solo tendrán un breve disfrute en este mundo, pero en el Más Allá enfrentarán un castigo severo.
Aleyas 71 a 86: Historias del pasado
Cuéntale a la gente la historia de Noé. Él le dijo a su pueblo: "Si mi presencia entre ustedes les recuerda demasiado lo que no quieren oír acerca de las señales y advertencias de Dios, entonces hagan lo que quieran, pero que sea claro y decisivo. Recuerden, sin embargo, que no les he pedido ningún tipo de retribución, mi recompensa está solo en Dios. Soy de aquellos a quienes se les ordenó adorarlo solo a Él". Ellos no escucharon, y rechazaron a Noé. Dios lo salvó y a aquellos que estaban con él en la nave. Aquellos que negaron las señales fueron ahogados.
Luego, Dios envió a otros, cada uno a su propio pueblo. Ellos vinieron con evidencias claras, pero las generaciones subsecuentes persistieron en la incredulidad. Moisés y Aarón fueron enviados al Faraón y su pueblo, pero estos se comportaron con arrogancia hacia ellos y hacia su mensaje. Moisés dijo: "¿Crees que te traigo magia?, porque los magos jamás tienen éxito". El Faraón impío llamó a todos los magos en la tierra y Moisés expuso la inutilidad de su magia. Dios no promueve el trabajo de los que se portan irresponsablemente.
Nadie le creyó a Moisés, excepto algunos jóvenes de su propio pueblo; la mayoría de la gente temía demasiado al régimen del Faraón. Moisés les pidió a los creyentes que confiaran en Dios y le oraran a Él pidiéndole que los liberara de las tierras de la gente injusta.
Aleyas 87 a 95: Liberación
Dios le reveló a Moisés y a Aarón que debían sacar a su pueblo de Egipto, y que debían construir sus casas y establecer la oración. Entonces, Moisés pidió que la riqueza y el esplendor del pueblo del Faraón les fueran arrebatados. "Arrasa su riqueza y endurece sus corazones", pidió. Dios dijo que esta súplica sería respondida y le dijo a Moisés que se mantuviera firme. Así que Moisés llevó a su pueblo a través del mar; el Faraón y sus soldados los persiguieron, pero fueron ahogados.
En el último instante, el Faraón dijo que creía en el Dios de Moisés y que se sometía a Él, pero Dios respondió: "¿Ahora?". Dios salvó su cuerpo, pero no su vida, para que fuera una señal para quienes venían después de él. Mucha gente todavía no escucha las señales. El pueblo de Moisés fue establecido en un buen lugar y se les proveyó con lo que requerían para una buena vida. Ellos no difirieron entre sí hasta que les llegó el conocimiento, pero en el Día del Juicio Dios juzgará entre las cosas en las que no pudieron llegar a un acuerdo. El Profeta Muhammad tenía certeza total en lo que le fue revelado. Incluso si la Gente del Libro no presta atención a su llamada, aún encontrará evidencia de su profecía en sus propios libros.
Aleyas 96 a 103: La conversión forzada está prohibida
Hay muchos a quienes el amor por este mundo les ha sellado sus corazones y sus ojos. No pueden ver las señales frente a sus rostros. Ellos no creerán. A diferencia de otras ciudades que vieron el castigo de Dios, el pueblo de Jonás sí se benefició de sus advertencias y creyeron. Ellos creyeron que el castigo les había sido retirado y tuvieron disfrute por un tiempo. Si Dios hubiera querido, todo pueblo en la Tierra habría creído. Se le pregunta al Profeta Muhammad que si obligaría a la gente en contra de su voluntad. La creencia solo llega por la voluntad de Dios y Él deshonra a aquellos que no usan su sentido común. Dile a la gente que vea las señales en los cielos y en la Tierra, pero ninguna señal convencerá a los que no han de creer. Dios pregunta: "¿Qué están esperando?". Al final, Dios salvará a los mensajeros y a los creyentes, ese es el camino de Dios y Él dice que es justo que Él salve solo a los que creen.
Aleyas 104 a 109: La guía ha llegado, así que elige
Dios le ordena al Profeta Muhammad decir: "Gentes, duden de mi religión si quieren, jamás adoraré a quienes adoran fuera de Dios; pero adoraré a Dios, Quien causará vuestra muerte, y se me ha ordenado ser creyente". También se le ordena dedicarse a la religión y no ser de los que asocian a otros con Dios. Dios dice que no le reces a otros porque ellos no pueden beneficiarte ni perjudicarte, y si lo haces serás con seguridad de los perdedores. Si Dios te aflige con una calamidad, nadie podrá quitártela sino solo Él, y si Él te otorga un favor, nadie podrá retener Su generosidad. Él la otorga a quien Él quiera, y Él es indulgente, misericordioso.
También se le dice al Profeta Muhammad que le diga a la gente que ha llegado la verdad. Quien elija seguir el camino correcto lo hace para su propio beneficio, y quien se aleja de él lo hace por su propio riesgo. Yo (Muhammad) no estoy sobre ti para obligarte a seguir la guía. Dios le dice al Profeta Muhammad que siga lo que le ha sido revelado y que sea paciente hasta que Dios juzgue. Él es el mejor de los jueces.