LOS DIEZ MANDAMIENTOS EN EL CORÁN - LA MENTE

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LOS DIEZ MANDAMIENTOS EN EL CORÁN - LA MENTE

LOS DIEZ MANDAMIENTOS EN EL CORÁN - LA MENTE

LOS DIEZ MANDAMIENTOS EN EL CORÁN - LA MENTE

Al leer el título, algunas personas quizás piensen en "Los diez mandamientos"[1], una de las películas más taquilleras[2] y calificada como una de las mejores de todos los tiempos[3]. O el título puede agitar los recuerdos del debate estadounidense sobre poner los "diez mandamientos" en propiedad pública y su uso en las escuelas públicas, debate que terminó en la Corte Suprema en 2005.

Dejando de lado las películas y los medios masivos, los hechos básicos sobre los diez mandamientos son poco conocidos. Es por eso que en los siguientes tres artículos exploraremos qué son los diez mandamientos, quién los sigue, cuál es su relevancia para la vida moderna, y qué soluciones proporcionan (si es que dan alguna) para los retos actuales.

Comencemos con lo básico. Los diez mandamientos tienen su origen en la religión judía, pero también se encuentran en las Biblias cristianas. Se dice que fueron inscritos en dos tablas que le fueron entregadas a Moisés por Dios. En la Biblia se registran en Éxodo 20:2-17 y en Deuteronomio 5:6-21. La lista que aparece en el Éxodo es más comúnmente aceptada por los cristianos que la otra. La Enciclopedia Británica los describe como "una lista de preceptos religiosos que fueron revelados divinamente a Moisés en el monte Sinaí y que fueron grabados en dos tablas de piedra"[4].      

"El judaísmo enseña que la primera tabla, que contiene las primeras cinco declaraciones, identifica los deberes referentes a nuestra relación con Dios; mientras que la segunda, que contiene las otras cinco declaraciones, identifica nuestros deberes con respecto al relacionamiento con los demás"[5]. Los católicos creen que "los diez mandamientos son preceptos que influyen en las obligaciones fundamentales de la religión y la moral, e incorporan la expresión revelada de la Voluntad de Dios en relación con todas las obligaciones del hombre para con Dios y con sus semejantes"[6]. Las versiones hebrea, protestante y católica difieren. Este es un hecho poco conocido[7].

¿Cuál es el lugar de la versión bíblica en la sociedad moderna? Los judíos tienen cuidado en no enfatizarlos públicamente, con el fin de no crear la impresión de que el judaísmo solo tiene estos diez mandamientos y no otros más. Los teólogos cristianos, por el contrario, los consideran como la Ley moral de Dios para guiar a la sociedad, un estándar de medida para determinar la salud de la sociedad. Como resultado, qué lugar deberían mantener, si es que alguno, estos mandamientos en las sociedades seculares occidentales modernas, es un tema muy debatido. ¿Deberían ser parte de la educación pública? ¿Pueden ser exhibidos en público? Estas cuestiones se han debatido incluso en la Corte Suprema de los Estados Unidos. A pesar de la atención que han recibido, la mayoría de los diez mandamientos son simplemente ignorados por la sociedad. Los secularistas incluso consideran que la versión bíblica de los mismos es intolerante.

Se ha puesto mucho énfasis en estos diez mandamientos en la fe islámica: de ellos hablan tres versículos en el Corán, el libro sagrado del Islam. Los compañeros del Profeta subrayaron su importancia.

El Corán habla de ellos en la sura Al An’am6:151-153 y en sura Al Isra’17:23-39. En sura Al Isra’17:23-39 es como un comentario de los mandamientos listados en sura Al An’am. Algunos eruditos los llaman los "versículos de los diez mandamientos", simplemente porque hablan de diez mandamientos importantes que deben ser observados por el musulmán. El Corán no dice directamente que estos sean los mismos mandamientos que le fueron entregados a Moisés.

Ibn Mas’ud, un famoso compañero del Profeta Muhammad, dijo[8]:

"Quien quiera conocer la voluntad del Profeta Muhammad sobre la que el Profeta puso su sello, que lea la declaración de Dios y luego recite los tres versículos".

El propio Profeta del Islam dijo:

"¿Quién de vosotros me dará su promesa de hacer tres cosas?", luego recitó la aleya 6:151 y continuó: "Para quien cumpla (esta promesa), su recompensa estará con Dios; pero quien caiga en deficiencias y Dios lo castigue por ello en esta vida, entonces esa será su recompensa. Y a quien Dios le retrase (su rendición de cuentas) hasta el Día del Juicio Final, entonces este asunto está con Dios. Si Él quiere, los castigará; y si Él quiere, los perdonará"[9].

En resumen, la opinión islámica es que estos mandamientos contienen lo que Dios quiere para la vida de toda la gente. Tienen cinco órdenes y un número similar de prohibiciones que definen la relación del hombre con su Creador, las obligaciones del hombre para con su familia, y mandamientos que ordenan su vida social. Lo que sigue son los diez mandamientos del Corán y su relevancia en la vida moderna.

La mente y la razón son una parte esencial del pensamiento y la legislación islámica. El uno no puede existir sin la otra. ¿A qué nos referimos exactamente cuando hablamos de la mente? Existen dos clases de razonamiento mental que han sido identificadas.

La primera es el razonamiento intuitivo que incluye: capacidad de comprender, hacer conclusiones racionales, el habla y comportarse con sensatez. La segunda clase de razonamiento se adquiere de nuestro entorno, por ejemplo, las cosas que se nos han enseñado o con las que nos hemos familiarizado.

Discutiré el razonamiento intuitivo, porque es el que Dios nos ha concedido a todos, y es el que nos hace responsables de nuestro comportamiento. Alguien que no posea capacidades mentarles o que las haya perdido, no puede ser plenamente responsable de lo que hace.

A menudo, una persona tendrá una buena mente, pero luego preferirá no utilizarla o limitar su pensamiento lógico cuando se trata de asuntos religiosos y de fe. Esta persona terminará siendo incrédula y tendrá que rendir cuentas por su ignorancia de la religión.

"Nadie podrá creer a menos que Dios se lo permita, y Él dejará en el extravío a quienes no usen su razonamiento". (Corán 10:100)

No es de extrañar que el castigo para aquellos que no creen es equivalente al castigo para aquellos que no entienden.

"A quien Dios quiere guiar le abre el corazón para que acepte el Islam. En cambio, a quien Él quiere extraviar le oprime fuertemente el pecho, como si subiera a un lugar muy elevado. Así es como Dios humilla a quienes se niegan a creer". (Corán 6:125)

Estas dos aleyas señalan que uno no puede purificar su corazón a menos que ponga su mente a trabajar, lo que permite que la fe y la seguridad entren en su corazón.

El Corán se refiere a la mente de diversas maneras, dependiendo de la naturaleza de la tarea con la que se enfrente:

1.    La mente es capaz de entender y procesar el habla.

"¿Acaso pretenden [¡oh, creyentes!] que les crean, siendo que algunos de ellos oían la Palabra de Dios [la Torá] y la alteraban intencionalmente después de haberla comprendido?". (Corán 2:75)

"He descendido el Corán en idioma árabe para que puedan comprender sus significados en su contexto". (Corán 12:2)

La razón por la cual el Corán fue revelado en árabe es para que las mentes de las personas sobre las que descendió fueran capaces de comprender y apreciar sus significados.

2.    La mente es capaz de proyectar pensamientos coherentes y que no causen conflictos.

"¡Oh, Gente del Libro! ¿Por qué se disputan a Abraham, siendo que la Torá y el Evangelio fueron revelados después de él? ¿Es que no razonan?". (Corán 3:65)

Quienes afirman que Abraham era judío o cristiano se contradicen a sí mismos, porque el judaísmo y el cristianismo aparecieron mucho después de la época de Abraham [Ibrahim]. La sura de Al An’am (capítulo 6), aleya 91, también se refiere a los judíos y como se contradijeron a sí mismos: 

"[Algunas personas] No valoraron ni enaltecieron a Dios como Él merece, y dijeron: ‘Dios no ha revelado nada a ningún hombre’. Pregúntales: ‘¿Quién ha revelado el Libro que trajo Moisés como luz y guía para la gente, el cual copian en pergaminos y dan a conocer en parte, pero del que ocultan una gran parte? Se les enseñó allí lo que ni ustedes ni sus padres sabían’. Di: ‘Fue Dios [Quien lo reveló]’. Luego déjalos que sigan jugando con sus palabrerías".

Esta aleya señala que los judíos afirman creer en la profecía de Moisés y en la Torá, luego dicen que Dios no le reveló nada a ningún humano, y estos son pensamientos contradictorios.

3.    La mente es capaz de entender las pruebas y evidencias de la verdad.

"Él es Quien los ha creado [a partir] de un solo ser, y les ha dado un lugar de estancia y otro de destino. Así ha evidenciado los signos para quienes comprenden". (Corán 6:98) 

"Di [oh, Muhammad]: ‘Si Dios no hubiera querido, yo no les habría recitado [el Corán] y no lo hubieran conocido jamás. Viví toda mi vida entre ustedes antes de la revelación. ¿Acaso no van a reflexionar?’". (Corán 10:16)

4.    Los actos deben corresponderse con las palabras. 

"¿Acaso le ordenan a la gente que hagan el bien y se olvidan de hacerlo ustedes mismos, siendo que leen el Libro [la Torá]? ¿Acaso no razonan [bien]?". (Corán 2:44)

Esta aleya reprende a la gente por no animar a los demás a seguir el camino de Dios, pues eso siempre es una virtud. La aleya, sin embargo, señala la contradicción de la gente que da buen consejo, pero no aplica lo que predica. En cualquier caso, el comportamiento de quien da concejo no reduce el valor del consejo, como ocurre con el fumador o el alcohólico que advierte a sus hijos contra los peligros de esos comportamientos. Es mucho mejor que animarlos a adoptar esos hábitos dañinos, y mejor que no darles ningún consejo. Sin embargo, no tiene mucho sentido reconocer el valor del comportarse de cierta forma y animar a otros a hacerlo así, mientras uno actúa del modo opuesto. Por esta razón, el buen Profeta, en la sura de Hud (capítulo 11), aleya 88, dijo:

"Dijo: ‘¡Oh, pueblo mío! Me baso en una prueba evidente de mi Señor, Él me ha proveído un sustento generoso. No iba a prohibir lo que considero lícito para mí mismo. Solo pretendo su bienestar en la medida que pueda, pero mi éxito depende de Dios; a Él me encomiendo y ante Él me arrepiento".

5.    La mente le permite a la persona tomar decisiones inteligentes acerca de lo que es bueno para ella y lo que es perjudicial y debe ser rechazado.

"Esta vida mundanal no es más que juego y disfrute pasajero, pero la otra vida es mejor para los piadosos. ¿Acaso no van a razonar?". (Corán 6:32)

"Les he revelado un Libro en el que hay una amonestación para ustedes. ¿Cómo es que no reflexionan?". (Corán 21:10)

6.    La gente de intelecto es capaz de renunciar a los beneficios inmediatos y temporales a favor de obtener una alegría más valiosa, eterna.

"Todo aquello que se les ha concedido no es más que el simple goce de la vida mundanal y sus encantos. Pero la gracia que Dios tiene [reservada para los piadosos] es mejor y más duradera. ¿Acaso no razonan?". (Corán 28:60)

En otras aleyas no hay mención directa del sentido, pero se puede inferir que las personas sensatas serán capaces de optar por esperar lo que está más allá y es más significativo. Por ejemplo:

"¡Oh, creyentes! ¿Por qué cuando se los convoca a combatir por la causa de Dios, responden con desgano? ¿Acaso prefieren la vida mundanal a la otra? Los placeres mundanos son insignificantes respecto a los de la otra vida". (Corán 9:38)

7.    La gente de intelecto es capaz de aprender lecciones valiosas de los acontecimientos de la vida.

      En la sura de Al Ankabut (capítulo 29), la aleya 35, nos dice que los restos de la ciudad de Lot quedaron, a fin de recordarle a la gente y enseñarle que rechazar las enseñanzas de Dios y cometer atrocidades siempre tendrá consecuencias lamentables: "Dejé [vestigios] de ella como un signo claro, para que reflexionaran". Esto también es mencionado en la aleya 40 de la sura Al Furqán (capítulo 25): "Todos han visto las ruinas de la ciudad sobre la cual hice caer una lluvia de piedras, pero no recapacitan, pues no creen en la resurrección".

8.    La mente nos permite aprender lecciones de la historia.

"No he enviado antes de ti sino a hombres que pertenecían a sus propias comunidades para que le transmitieran Mi revelación. ¿Por qué [quienes rechazan este mensaje] no viajan por el mundo y observan cómo fue que acabaron los pueblos de la antigüedad [que desmintieron a los profetas]? La morada de la otra vida será mejor para quienes tienen temor de Dios. ¿Es que no van a reflexionar?". (Corán 12:109)

9.    La mente nos permite entender y apreciar las señales del Creador mientras estamos en la Tierra. 

"En la creación de los cielos y de la Tierra, la sucesión de la noche y el día, el barco que surca el mar para provecho de la gente, el agua que Dios hace descender del cielo con la que da vida a la tierra árida, en la que diseminó toda clase de criaturas, y en la dirección de los vientos y el control de las nubes que están entre el cielo y la tierra, en todo ello hay signos para quienes razonan". (2:164)

"Dios ha creado para beneficio de ustedes la noche, el día, el Sol, la Luna y las estrellas; todos están sometidos a Su voluntad. En esto hay signos para quienes razonan". (Corán 16:12)

10.  Las personas sensatas saben cómo tratar a los demás con respeto, en especial cuando se trata de los profetas.

La sura Al Huyurat (capítulo 49) en la aleya 4 se refiere a la gente que hostigó al Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él): "La mayoría de los que te llaman con insistencia [¡oh, Muhammad!] desde afuera de tu morada, no razonan".

Las cualidades de la mente que hemos expuesto son bastante indiscutibles, y la mayoría de la gente acepta que una persona que carece de estas cualidades será vista como irracional o disminuida en varias maneras. Así, el Corán nos ha recordado ciertos comportamientos que son incompatibles con una mente inteligente y sana.

Debemos recordar también que hay muchos versículos del Corán que no mencionan específicamente a la mente, pero indican que las personas inteligentes y razonables serán capaces de seguir el camino de Dios, haciendo buen uso de lo que Dios les otorgó: la mente.

 

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