6 LECCIONES DEL CAPÍTULO AL-KAHF
6 LECCIONES DEL CAPÍTULO AL-KAHF
6 LECCIONES DEL CAPÍTULO AL-KAHF
¿Qué tan bien conoces el Corán? ¿Por qué se reveló el Corán? ¿Cómo es el Corán? ¿Por qué algunas personas descreyeron y otras no?
El Dr. Islahi, en su libro Tadabbur-e-Quran, presenta muchas perlas de sabiduría que dan fe del beneficio de reflexionar sobre el Corán. Veamos los primeros ocho versículos del capítulo Al-Kahf basados en algunas de las cosas que dijo sobre ellos.
1. EL CORÁN DEBERÍA EVOCAR NUESTRA GRATITUD
El capítulo comienza con alabanzas a Allah, el que envió el Corán al Profeta Muhammad (la paz sea con él). Debemos mostrar gratitud a Allah por enviárnoslo: es el derecho del Corán sobre nosotros. ¿Por qué? Debido a que tiene una cualidad única que ningún otro libro en el mundo posee: es perfecto, intachable.
Supongamos que tu amigo te dio un libro realmente bueno. ¿Cómo le muestras gratitud por ese regalo? ¿Guardándolo encima de un estante? ¿Qué sentirá él cuando lo vea allí, sin muestras de haber sido leído, cubierto de polvo? ¿Sentirá que te gustó su regalo, o que pensaste que era algo inútil?
El Corán debería evocar nuestra gratitud. Y mostramos esta gratitud leyéndolo, entendiéndolo y siguiendo sus ordenanzas.
2. EL CORÁN ES «DIRECTO» EN EXPRESIÓN, SIGNIFICADO Y ORIENTACIÓN
El Corán es perfecto: no tiene nada deshonroso en su lenguaje, expresión, significado o claridad. Y el camino al que guía tampoco tiene nada deshonroso, conduce directamente al Paraíso.
Cualquier persona que use su intelecto no puede evitar entender el Corán. Entonces, si alguien lee el Corán y todavía está desacertado, significa que no está usando su intelecto de la manera correcta.
Acércate al Corán de manera imparcial, pasa tiempo con él, reflexiona sobre él y no podrás evitar ser dirigido hacia el Paraíso. Nunca te extraviará si no te extravías a ti mismo.
3. UN EJEMPLO DE LA PROFUNDIDAD DEL CORÁN
¡Alabado sea Dios! Quien ha revelado a Su siervo el Libro en el que no hay contradicciones ni defectos, un Libro justo para advertir [a los que rechazan el Mensaje] de Su castigo severo,… (18:1-2)
Este ejemplo ilustrará solo un aspecto de los poderes milagrosos de expresión del Corán.
Observa el verbo «advertir» en el verso citado anteriormente. ¿Cuál es el sujeto de este verbo? Podría haber dos interpretaciones diferentes. Podría ser Allah quien está haciendo la advertencia o el «siervo», es decir, el Profeta Muhammad (la paz sea con él). Cada una de estas dos interpretaciones requiere un sujeto diferente para la frase posterior «de Su castigo». ¿Qué es de Él?
- Si el sujeto es «Allah»: el libro es de Él. El libro es especialmente de Él y enviado bajo Su supervisión y cuidado directo.
- Si el sujeto es «Su siervo»: El castigo viene de Él. El Profeta (la paz sea con él) está advirtiendo en nombre de Dios de un castigo que va a venir especialmente de parte de Él. Como este castigo se atribuye directamente a Dios, será extremadamente severo.
El Corán es un océano: cuanto más te sumerjas en sus profundidades, más perlas de sabiduría acumularás. Pero, de nuevo, debes pasar tiempo con él y usar tu intelecto de manera imparcial para comprender su profundidad.
4. «NO MÁS NECESIDAD DE DIOS»
Supongamos que necesitas algo de un rey poderoso. Tienes que convencer al rey para que esté a tu favor, pero él parece una entidad demasiado inaccesible. Entonces te acercas al príncipe heredero y lo encantas para que le agrades. Le pides que medie por ti al rey. El rey ama a su hijo y hará lo que él le pida. Así que ya ni siquiera necesitas al rey para obtener lo que quieres de él. El príncipe heredero es todo lo que necesitas, por lo que él ahora tiene toda tu devoción.
¿Para qué necesitas a Dios si tienes a su hijo o hija en tu bolsillo? Puedes cometer cualquier cantidad de pecados y salirte con la tuya mientras el hijo de Dios esté de tu lado, ¿no? Ya no tienes que temer el castigo de Dios porque sus hijos te salvarán.
Atribuir un hijo a Dios es tal atrocidad que los cielos y la tierra están a punto de derrumbarse y hendirse cada vez que alguien lo dice. (Corán, 19:90) Es un crimen desagradable contra el Dios perfecto y autosuficiente. No es de extrañar que la advertencia de un castigo severo mencionado anteriormente se dé especialmente a quienes cometen este delito en particular.
5. EL EXCESO DE COMPROMISO CONDUCE A LA ANSIEDAD
El Profeta Muhammad (la paz sea con él) tenía una enorme responsabilidad sobre sus hombros, más grande que la de cualquier otro hombre, incluso profeta, haya tenido antes que él: la guía de todas las personas desde su tiempo hasta el Día del Juicio. No es de extrañar que se pusiera tan ansioso por la obstinada incredulidad de la gente que casi se estaba destruyendo a sí mismo.
Allah en 18: 6 le dio una reprensión amorosa por esto, asegurándole que no era su culpa que fueran tan obstinados. Su incredulidad no fue porque les resultaba difícil entender el Corán, o porque el Profeta se estaba quedando corto en su dawah. La razón era algo completamente diferente. (Sigue leyendo para obtener más información sobre esto).
Un sentido de responsabilidad demasiado exagerado nos pone ansiosos. Cuando esto suceda, recuerda que también le sucedió al profeta Muhammad. Y haz lo que hizo: solo haz tu mejor esfuerzo y deja los resultados a Allah. El twakkul (confianza en Allah) es el mejor remedio para la ansiedad.
6. LA VERDADERA RAZÓN DE LA INCREDULIDAD
Allah ha pintado en la cara de este mundo la belleza y el deslumbramiento del lujo, la riqueza, los cultivos, los jardines, las mansiones y muchas otras cosas exóticas. Allah ha hecho estas cosas tan poderosamente atractivas que pueden alejar fácilmente a las personas de cosas más importantes en la vida. Dejan de usar sus intelectos y ya no pueden diferenciar entre lo que es bueno para ellos y lo que no.
Allah nos prueba con estas cosas materiales, para distinguir a los verdaderos buscadores de la verdad. La verdadera razón por la cual las personas no creen en Allah, Sus profetas y Sus libros es porque han dejado de usar su intelecto y se han convertido en buscadores de cosas materiales.
Estos últimos están tan engañados que incluso se olvidan de que un día, estas cosas se convertirán en polvo. Lo único que importará ese día serán sus obras, buenas y malas.
Fuente: About Islam