THE QURAN ON THE CEREBRUM
THE QURAN ON THE CEREBRUM
THE QURAN ON THE CEREBRUM
Estudiar el Corán en 1976: El Corán Versus muchos escritores No-Musulmanes
Se debe tener en cuenta que esto sucedió en 1976. Antes de la Revolución Iraní y el Islam siendo mostrado en todos los medios. No conocía a ningún musulmán en ese entonces. (Vivía en un pueblo relativamente pequeño e incorrectamente asumí que no había ningún musulmán allí). Por lo tanto, no había nadie tratando de convencerme de la verdad del Islam. De hecho, eventualmente me convertí al Islam antes de conocer a un musulmán, poniendo lo mejor de mi para aprender las oraciones de un libro escrito por un misionero, T. P. Hughes’ The Dictionary of Islam.
Por lo tanto, la información que recibía acerca del Islam venía mayormente de los escritos de no-musulmanes acerca del Islam. Había muy pocos libros disponibles en ese momento escritos por musulmanes. De hecho, solo recuerdo haber encontrado un libro escrito por un musulmán, un trabajo relativamente pequeño de Al-Mawdudi[1]. Sin embargo, pude encontrar un par de copias del Corán traducido por musulmanes. En particular, leía la traducción de Abdullah Yusuf Ali.
En esencia, era verdaderamente el Corán versus una gran cantidad de libros escritos por no-musulmanes. En general, estos no-musulmanes elogiaban el Islam aunque siempre trataron de encontrar una falla en la base de la fe. Así fue que desarrollaron muchas teorías acerca del Profeta Muhammad y del Corán. Yo leía sus críticas al mismo tiempo en que leía el Corán.
La mayoría de los autores que leía decían claramente que el Corán no era una revelación de Dios sino un simple escrito del Profeta Muhammad, que Dios tenga misericordia de Él. Lo mismo fue expresado por Richard Bell en The Qur'an: Translated With a Critical Re-arrangement of the Surahs, Arberry en la introducción a su traducción del Corán, Kenneth Cragg en The Call of the Minaret, ad nauseum.[2]
Sin embargo, como apuntó Montgomery Watt, esto presentó en sí mismo muchas preguntas. Si Muhammad fuese falso, ¿hizo lo que hizo en un modo malicioso? Él no era reconocido por ser falso o malicioso anteriormente, ¿Qué hizo que esto cambiara? además, si lo hizo maliciosamente, ¿cómo se le ocurrió la información que contiene el Corán, especialmente viviendo en un lugar como la Meca? ¿Tuvo maestros; si los tuvo, quienes fueron y donde está documentado que los tuvo?
Para ser franco, no estaba muy impresionado con aquellos que afirmaban que el Profeta tuvo algunos maestros que le dieron toda la información que mas tarde formó parte del Corán. En general, esos autores se referían a oportunidades o simples encuentros entre el Profeta e individuos específicos. De este modo, por ejemplo, Muir y Margoliouth le atribuyeron la información del Corán a Bahirah, un monje que el Profeta conoció de camino a Siria durante su juventud mientras formaba parte de una caravana, mucho antes de ser Profeta. Estos argumentos son ilógicos y extremadamente irreales. No invertí mucho tiempo en ellos.
Algunos críticos admitieron que el Profeta Muhammad era una persona extremadamente honesta y sincera. También señalaron que él no obtuvo beneficios materiales por sus acciones, ya que continuó viviendo una vida simple y humilde. Por lo tanto, concluyeron que era honesto y sincero pero terriblemente ingenuo. Aun así, si era ingenuo, ¿De donde venía esta información? Algunos hicieron parecer que fue del subconsciente. Anderson incluso lo llamó “pensamiento sabio”. Otros dijeron que sufría de ataques de epilepsia y que las revelaciones fueron resultado de esos ataques. Estas teorías podrían haber sido convincentes para alguien que simplemente lee a estos autores sin tomarse el tiempo de leer y estudiar el Corán mismo. Como se muestra más adelante en esta tesis, hay simplemente demasiada información en el Corán que no puede haber venido del inconsciente de una persona.
Otra afirmación común que he leído fue que el Profeta Muhammad era un tipo de líder "nacionalista" cuya meta principal fue unir a los árabes. Típico de este modo de pensamiento es los que se afirma en The New Catholic Encyclopedia: “A la edad de 40 años recibió su “llamado profético” para unir a los árabes bajo el monoteísmo"[3]. Este pensamiento puede ser considerado complementario ya que no busca ridiculizar al Profeta de ninguna manera. Sin embargo, del mismo modo, no tienen sentido para mi al leer el Corán. Basta con notar que no hay un solo pasaje en el Corán que se encuentre dirigido a los árabes. En el Corán, Dios habla de la humanidad o de las personas, creyentes y no creyentes. Si este libro fuese dirigido solo para los árabes, ¿Por qué no son nombrados directamente, en lugar de ser nombrados con términos generales utilizados por toda la humanidad?
En todo caso, la cantidad de sus diferentes puntos de vista con respecto al Profeta fue un signo para mí de que algo inconmensurable les había ocurrido a estos autores. Todo esto, eran evidencias para mí que indicaban que algo había en el Corán, ya que de otro modo podría haberlo categorizado como un trabajo trivial, que no valía la pena refutar o discutir. Realmente atrajo más mi interés en el Corán. Esto es algo que se verá luego: Los trabajos que deberían haberme disuadido de investigar sobre el Corán, me convencieron más de que necesitaba investigar sobre él.
Quiero decir al principio, después de haber sido musulmán por muchos años, si hubiese tocado el tema del "Milagroso Corán", como lo veo hoy, estaría destacando y hablando de aspectos que desconocía por completo en el momento en que estudiaba el Islam como un no-musulmán. He estado estudiando el Corán por aproximadamente treinta años y nunca ha dejado de fascinarme. De hecho, el fenómeno de encontrar nuevos aspectos del Corán continuamente les ha sucedido a los eruditos musulmanes a lo largo de muchos años. A través de los siglos, como han hablado del Corán, otros eruditos reconocieron los aspectos milagrosos que mencionaron los eruditos anteriores al toparse con otros aspectos que consideran no menos destacables y asombrosos. De este modo, por ejemplo, en el siglo pasado, Aishah bint al-Shaati, Sayyid Qutb y Mustafa Saadiq al-Raafi’i han sumado componentes a la teoría de la milagrosa naturaleza del Corán[1]. Mas tarde, muchos han enfatizado lo que se llama el “milagro científico del Corán”, un tema que trataremos de investigar al final de esta charla.
Sin embargo, esta charla es acerca de “mi historia” y mi camino al Islam a través del Corán. Por lo tanto, enfatizaré aquellos aspectos del Corán que más me influenciaron en ese momento y le dedicaré menos tiempo a aquellos aspectos que he estudiado desde entonces.
Una Breve Introducción al Profeta Muhammad y al Corán
Seguramente la mayoría de ustedes están familiarizados con el Profeta Muhammad, que Dios tenga Misericordia de Él, y el Corán, pero creo que algunos puntos que desarrollaré a continuación serán útiles.
Muhammad nació unos 570 años después de Jesús. Nació en la Meca, en la Península Arábiga. La gente de la Meca era devota a la adoración de ídolos. El área no se conocía como un lugar de civilización o aprendizaje avanzados en ese momento. De hecho, el Profeta Muhammad no sabía leer ni escribir. A la edad de 40 años, Muhammad recibió su primera revelación. Aunque él era conocido entre su gente como "el confiable", la mayoría de los árabes lo rechazaron y pronto comenzaron una masiva campaña para perseguir a aquellos que creían en él. Después de trece años de predicar en la Meca, el Profeta fue forzado a trasladarse a la cuidad de Medina, donde ya tenía algunos seguidores. Lo nombraron el líder de la cuidad. Los no creyentes de la Meca no descansaron e intentaron aplastar la nueva fe. Sin embargo, lo que originalmente era un pequeño grupo de musulmanes creció en número y fueron capaces de soportar los ataques de los no creyentes. A lo largo de los años, el Profeta llevó nuevamente el ejército a la Meca y la conquistó en una victoria sin derramar una sola gota de sangre. Así, el Islam fue victorioso en Arabia y comenzó a expandirse a lo largo del mundo. El Profeta Muhammad, que Dios lo alabe, finalmente falleció en el año 632.
Con respecto al Corán, fue revelado al Profeta Muhammad durante un período de veintitrés años. Le fue directamente revelado a través del ángel Gabriel. El recibía la revelación y luego la transmitía a sus seguidores. Es por eso que el Corán es muy diferente a la Biblia. No hay contribuciones de los seres humanos en el Corán; es únicamente la revelación de Dios. En otras palabras, no se encuentra ninguna historia acerca del Profeta escrita por sus compañeros en el Corán. De hecho, ni siquiera encontrarán en el Corán algún discurso del Profeta, fuera de lo que él afirmó como revelación del Corán. Las propias palabras del Profeta han sido separadas del Corán.
El Corán fue revelado en idioma árabe. La mejor traducción no es el Corán. Una vez que se pierde algo de sus palabras originales y se confía en la traducción, el original se pierde.
La Historia de mi Conversión y mi Casi Bautismo
La historia de mi conversión no es la más fascinante. Sin embargo, hay un aspecto interesante: el efecto que el Corán tuvo en mí.
Mi familia se mudo de California a España. Aunque éramos nominalmente católicos. Tuve muy poca exposición a cualquier religión hasta que un amigo en la escuela me invitó a su iglesia. Comencé a asistir y esta fue la primera vez que comencé a leer la Biblia. Estaba definitivamente tomándome las cosas en serio. Entonces llegó el momento del bautismo. No tenía ningún problema con ello, excepto que decidí que, ya que era la primera religión a la que había sido expuesto, debía investigar un poco otras religiones para asegurarme que estaba tomando la decisión correcta. No pensé que esto afectaría mi decisión final mientras que, en realidad, ese casi bautismo me llevó a convertirme en musulmán.
Comencé estudiando todas las religiones que pude encontrar. Esto fue lo que, obviamente, me llevó al Corán.
En mi estudio de otras religiones, una de mis metas era leer la escritura sagrada de cada religión directamente, para poder comprender directamente la fuente de la religión. Esto es obviamente lo que despertó mi curiosidad en el Corán.
Ya creía fuertemente en Dios y estaba convencido de la existencia de un Ser Supremo. De hecho, por un tiempo, era en algunos momentos cristiano y en otros simplemente un deísta, siguiendo los pasos de Voltaire y muchos de los “padres fundadores” de los Estados Unidos.
Ya creyendo en Dios, por lo tanto, mi primer parámetro para una verdadera religión era que la religión debía tener como fuente original a Dios. Nadie puede conocer los detalles de Dios excepto Dios mismo. Él se encuentra por encima y más allá de la esfera de la experiencia humana. Más importante, nadie sabe cómo debe ser adorado excepto Él. Nadie conoce de qué modo de vida se complace excepto Él. Aunque los seres humanos pueden llegar a muchas conclusiones acerca de Dios, ningún ser humano puede aclamar lógicamente que ha descubierto- sin la revelación de Dios – la manera en la cual Dios debe ser adorado y la clase de vida que satisface a Dios. De este modo, si la única meta en nuestro corazón es complacer y adorar verdaderamente a Dios como debe serlo, entonces no se tiene otra alternativa más que ser guiado y aconsejado por Él.
Basado en la primera premisa, cualquier religión creada por el hombre no es una alternativa lógica. No importa cuánto traten los seres humanos, no pueden hablar con autoridad acerca de cómo se supone que Dios debe ser adorado.
Es importante destacar que este parámetro no significa que en algún momento Dios desempeñó un rol en la formación de una religión específica. No, este parámetro significa que el rango completo de las enseñanzas debe provenir de Dios. Existen algunas religiones que se pueden haber originado en Dios pero, después, sus adherentes se sintieron libres para responder al razonamiento humano y ajustar, modificar o alterar la religión. En este proceso, crearon una nueva religión, diferente a la que Dios ha revelado. Esto, nuevamente, destruye por completo el propósito. Lo que Dios a revelado no necesita ser mejorado o cambiado por la humanidad. Cualquier cambio o alteración significa la desviación de la revelación. Por lo tanto, cualquier cambio y alteración solo llevará a la humanidad lejos de la verdad y del modo apropiado de adorar a Dios. Además, Dios es más que capaz de enviar una revelación perfecta para cualquier tiempo o circunstancia. Si hubiese alguna necesidad de alterar o cambiar las leyes de Dios, la autoridad para eso yace también en Dios. En otras palabras, Dios es libre de cambiar algunas de Sus leyes debido a Su sabiduría y conocimiento, por ejemplo, por misericordia o como castigo para Sus siervos. Puede hacerlo enviando una nueva revelación o hasta enviando un nuevo Profeta. Con esto, no hay ningún problema lógico. Pero hay un grave problema cuando los seres humanos se ocupan ellos mismos de “arreglar” la revelación de Dios.
De este modo, el primer parámetro establece que la religión se origina en Dios. Sin embargo, esto no es suficiente. El Segundo parámetro es que las enseñanzas de Dios deben ser preservadas en su forma original. La lógica detrás de este punto debe ser obvia. Si la revelación original viene de Dios pero fue luego cambiada y distorsionada por los seres humanos, se tiene una mezcla de la religión de Dios y la interpolación humana. Ya no es la religión pura de Dios. Aunque esto puede parecer una premisa obvia, es sorprendente ver a las personas que ni siquiera han tenido en cuenta este punto, siguiendo ciegamente las escrituras o las enseñanzas que no pueden ser históricamente autentificadas como pertenecientes a la revelación.
El Primer Aspecto Milagroso del Corán: Su Detallada Preservación
De hecho, esta es una de las primeras cosas que me impresionó con respecto al Corán. Aun aquellos que estaban claramente en contra del Islam y sus escrituras, como Sir William Muir, admitieron que el Corán que vemos hoy en día fue preservado desde los tiempos del Profeta, que Dios tenga misericordia de Él[1]. De hecho, aún aquellos que más trataron de ser críticos y pusieron en duda la completa autenticidad del Corán, como Jeffery, me impresionaron más aún como la información que tenemos concerniente a la historia de este texto.
Para poder apreciar por completo este punto, se debe poner en contexto mi formación cristiana. En absoluto, este escrito tiene la intención de criticar al cristianismo. Sin embargo, es el origen del cual procedo y a través del cual examiné otras religiones. Por lo tanto, comparé profundamente entre el cristianismo y las demás religiones, incluyendo el Islam. Por lo tanto, no tuve otra alternativa más que referirme el cristianismo durante el curso de este escrito ya que trata de mi propia experiencia.
Era dolorosamente consciente de la historia de la Biblia y era uno de los principales problemas que tenía con el cristianismo[1]. Hablé con pastores acerca de eso y la mayoría de ellos en ese momento, fue antes de que los fundamentalistas se convirtieran en la corriente dominante, se abrieron a hablar del tema y admitieron que había problemas con la autenticidad histórica de la Biblia. Al mismo tiempo, sin embargo, la mayoría de ellos proclamaron que las “enseñanzas” habían sido preservadas aunque los detalles no. En otras palabras, la Biblia claramente no era la palabra de Dios; aclamaban que los escritores bíblicos se “inspiraron” en Dios. Es lo máximo que podían proclamar, aunque no lo podían probar. Esto parecía para mi una fe ciega porque si no se sabe si los detalles han sido preservados, como se puede estar tan seguro que las principales enseñanzas realmente han sido preservadas. En realidad no sabemos quienes fueron Mateo, Marcos, Lucas y Juan realmente ni porque sus nombres fueron relacionados a los famosos Evangelios.
Viendo esto, encontré a Jeffrey, tratando de probar que existen algunas dificultades menores con el Corán, demostrando que la compilación del Corán desde sus tempranos años es conocida detalladamente, como la mayoría de su trabajo se relacionaba a la época de los Compañeros del Profeta. Estaba impresionado y este supuesto ataque al Corán simplemente, nuevamente como me referí anteriormente, hizo que continuara mi estudio del Corán. (Por supuesto, mucho más tarde leí respuestas a los argumentos de Jeffrey, refutando totalmente sus afirmaciones de que el Corán no había sido preservado intacto).
La Promesa del Corán de que sería Preservado
En todo caso, capto mi atención lo que el Corán dice sobre sí mismo:
“Ciertamente Nosotros hemos revelado el Corán y somos Nosotros sus custodios.” (Corán15:9)
Esto me resulto muy interesante porque dentro del Corán hay una clara referencia a cómo las anteriores personas fallaron al preservar el mensaje que habían recibido[2]. De este modo, en vistas de lo que el Corán decía acerca de las anteriores revelaciones, esta era una audaz afirmación. Y, accidentalmente, puede ser considerada una de las profecías del Corán, proveniente de la perspectiva judío-cristiana, las profecías eran de algún modo importantes para mí. Si no se probaban, eran dañinas a mis ojos mientras que si las probaba, eran consideradas como un buen signo.
Nuevamente, la historia del Islam presenta un escenario diferente de aquel de las revelaciones anteriores. El Profeta Muhammad, que la paz y la misericordia de Dios sean con él, vivió hace 1400 años. Él es definitivamente el más “histórico” de los Profetas. Es así, que la historia del Corán es conocida y documentada.
El Corán fue preservado con meticuloso cuidado. Se describe a sí mismo como una “lectura” (Qur’an) y un libro (kitaab). De hecho, fue por intermedio de estos dos medios que el Corán fue meticulosamente preservado.
Durante la vida del Profeta, el Profeta tuvo escritos específicos cuya tarea era documentar la revelación cuando la recibía. El Corán no fue revelado todo en una sola instancia. Fue documentado durante un período de veintitrés años. Durante este tiempo, la revelación podía llegar al Profeta en cualquier momento. Cuando llegaba, se reconocía por signos físicos en el Profeta (un punto que llevó a muchos a afirmar que eran ataques epilépticos). Entonces él llamaba a sus escribas y les decía lo qué le había sido revelado y dónde exactamente el nuevo pasaje debía encontrarse por lo que había sido recién revelado por Dios.
El Corán, que no es un libro extenso, también fue preservado en la memoria, así como escrito desde la época del Profeta Muhammad mismo. Muchos de los compañeros del Profeta habían memorizado el Corán por completo y, por miedo a lo que había sucedido con las comunidades de las anteriores religiones, tuvieron los recaudos necesarios para protegerlo de cualquier forma de adulteración. El Corán continua siendo memorizado hoy en día, otro aspecto impresionante del Corán. De hecho, Dios dice del Corán:
“Hemos hecho el Corán fácil de comprender y memorizar. ¿Habrá alguien que reflexione?” (Corán 54:17)
Hasta el día de hoy, cientos de musulmanes han memorizado el Corán. Si Fahrenheit 451 de Ray Bradbury fuese hoy realidad y todos los libros se convirtieran en cenizas, el Corán sobreviviría. Los musulmanes podrían volver a escribir el Corán entero de memoria.
Poco después de la muerte del Profeta, el Corán fue compilado y las copias oficiales fueron enviadas a las diferentes tierras para asegurarse que el texto fuese puro. Hoy en día, uno puede viajar a cualquier parte del mundo y tomar una copia del Corán y encontrar que es la misma en todo el mundo[3].
Hasta la lengua del Corán, que es esencial para mantener la comprensión del texto, ha sido preservada[4]. No puede decirse lo mismo de profetas anteriores como Jesús y Moisés, cuyo idiomas hebreo y arameo no se hablan en la actualidad.
Como se ha mencionado anteriormente, se puso el mayor cuidado para asegurarse que nada que no perteneciese a la revelación directa de Dios, incluso las afirmaciones propias del Profeta, fuesen incluidas en el Corán. El Corán no era más que las palabras recibidas por el Profeta como revelación y que informaba a sus seguidores que formaban parte de él. De este modo, el Corán es completamente diferente a la Biblia, que incluye historias acerca de los profetas, comentarios de sus vidas y enseñanzas, cartas y escritos de personas no profetas y más. No se encuentran tales interpolaciones humanas en el Corán.
Es así como, el Corán originariamente me impresionó de dos maneras: Primero, proclamaba claramente ser la palabra de Dios y no se mezclaba con las palabras de los seres humanos. Segundo, era minuciosamente preservado desde los tiempos de su revelación. Por lo tanto, yo estaba preparado para interiorizarme en su estudio y analizar sus enseñanzas.
Por cierto, alguien puede preguntar ¿cómo es que Dios permitió que sus anteriores escrituras fuesen distorsionadas y no preservadas? Uno puede pensar muchas razones importantes para esto. Primero, como está claro en las nuevas escrituras, los profetas anteriores, como Moisés y Jesús, no fueron enviados a toda la humanidad. Sus mensajes eran claramente para la tribu de Israel y para esos tiempos particulares. En realidad, Dios nos enseña que las personas tuvieron mensajeros que fueron enviados a ellos y cuyos propósitos fueron limitados. El Profeta Muhammad, y por lo tanto, su revelación, está dirigida a toda la humanidad desde su época hasta el Día del Juicio Final. Segundo, si las revelaciones hubiesen sido preservadas, sus seguidores podrían haber utilizado esa razón para continuar siguiendo a sus profetas y rechazar al Profeta Muhammad. Esta claro que por medio de cualquier modo, como la evidencia histórica, afirmaciones contradictorias en el texto y demás, sus escrituras no han sido preservadas en detalle y que no pueden afirmar ser la religión pura de Dios, sin ser mezclada con la interpolación humana, no tienen excusa válida para no abandonar sus no preservadas revelaciones por la verdadera, completa y exacta revelación de Dios que se encuentra en el Corán.